En la 5ta fecha del apasionante torneo 95 aniversario, Judas Boton se enfrentaba ante un nuevo desafio. Se medía con Anish, partido para el cual Judas no podía contar con 3 jugadores claves como Serrano, Maumus y Guarracino. Sin embargo, Judas decidió utilizar el semillero para afrontar esta batalla con jugadores como Blas Ricardo y Emiliano. Los 7 espartanos que saldrían a presentar pelea eran: Marangoni; Royo ©, Losada, Blas Ricardo; Navatta, Djivelekian; Gravier.
El equipo rival mostraba gran contextura fisica y mucha experiencia, y tenía como estandarte a Lex Luthor. Judas arrancó el partido con su propuesta habitual de pelota por el piso, mucha movilidad y juego vistoso, teniendo en cuenta del paladar negro del hincha judista. La nueva incorporación, Blas Ricardo, se mostraba como salida sobre el sector izquierdo y mostraba picardía y agallas para encarar a los defensores rivales. Ante el toqueteo y la solidez de Judas, el equipo rival veía como única oportunidad, la de cortar con foules fuertes y en algunos casos, descalificadores. Navatta inquietaba con sus picantes tiros libres que generaba no solo preocupaciòn en Anish, sino también reconocimiento para el volante. La apertura del marcador no tardó en llegar tampoco. Después de una combinación entre “Serafo” Gravier, “El Virtual” y Djivelekian, éste último fue quien anotó el “pase a la red”, como diría Menotti. De esta manera, Djivelekian se convirtió en el goleador hasta el momento del equipo con 5 tantos, demostrandole a la gente, que el está para grandes cosas. Anish intentaba lograr el empate pero se encontraba frente a una férrea defensa judista y un guardameta que estuvo a la altura de las circunstancias siempre. A pesar del ímpetu de la defensa para la marca, también demostraba que sabía tratar al esférico, como cuando Royo arrancaba a encarar como Mario Yepes, o como cuando “El Guante”, esta vez cumpliendo la función de líbero, salía jugando con cabeza levantada y dándola redonda. Me hizo a acordar al Passarela campeón del mundo. El partido estaba 1-0 cuando concluyó el primer tiempo. Para el segundo tiempo ya estaban Lena, Emliano y Royo Campos de vuelta en el campo.
Los primeros 10 minutos fueron fatales para los apostoles del Bajo Belgrano. Anish no empató el partido porque Marangoni respondió con creces en el arco y porque además, los postes y la suerte, estuvieron de nuestro lado. ¿La suerte del campeón? Vaya uno a saber. Judas no podía liquidar el pleito y el panorama era complicado. Advertido de la situación, Royo Campos enderezó la nave y partió al ataque a pura gambeta y paredes con Gravier, quién lo dejó mano a mano, tet a tet, con el arquero rival. El capitán judista eludió al arquero y solo tenía, que empujar el balon...Sin embargo, lo marró. Era el gol de la fecha. La tribuna, desbordaba de emoción por la jugada que había hecho il capitano. Las mujeres deliraban y se desnudaban al verlo al blondo lateral judista. Era simplente, un gol para el recuerdo. A pesar de haber desperdiciado la oportunidad, Judas pudo ampliar la diferencia a través de Emliano quien después de un letal contragolpe, definió con un zapatazo de pierna izquierda. 2-0 y los rivales no toleraron la idea de perder, y se dedicaron a manchar la pelota a través de fuerts infracciones que podrían haber lesionado a más de uno. Después de un fantabuloso y lirico tubo de Emiliano y luego de un “ole pelado”, el nro 10 rival, lo atendió con una terrible guadaña que significó la expulsión. Lex Luthor, con su escasa motricidad quería empujar a su equipo a la victoria, pero terminó siendo un “leche hervida” y también se retiro expulsado después de ver la segunda amarilla por reiteración de faltas. Terminó el partido y parecia que se armaba la ecatombe, la debacle total. Lex Luthor parecía taba bastante enfurecido con el equipo judista según él, por la provocación constante en el juego de los jovenes. Otros diran, que fue porque envidiaba nuestra melenas y porque a raiz de ello, no podia ponerse bincha. Pobre Pela. Serafo Gravier se les plantó a los jovatitos y los quería acomodar, mostrando que de guapo, a Judas, no le gana nadie. La moraleja de este partido, la saco de una frase que en algun momento, la dijo el zaguero de Villa Ortuzar: “Los guapos se acabaron cuando se inventó la sunga”. La figura, fue la revelación, Blas Ricardo junto con el capitan Royo Campos. El equipo ganó y gustó. Y equipo que gana, no se toca...
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