Quién hubiera creído que el marcador final presentaría tal diferencia? Quizás los propios jugadores de Judas, que con una fé bárbara y el aliento incondicional de su director técnico (que dicho sea de paso, dio un paso al costado y después les contaremos porqué), salieron a la cancha a deborarse al contrario, literalmente. Desde la previa se veía partido duro, más que nada por la voluntad que caracterizó en otros torneos al equipo rival, pero ni la voluntad pagó estacionamiento y se presentó en el verde césped el día sábado.
El equipo de Judas se encontró con otra sorpresa, cómo ya había ocurrido en la segunda fecha con el viaje relámpago del delantero Gravier. Esta vez el que dio la nota fue el zaguero Serrano, que por problemas que aún la prensa desconoce, le avisó personalmente al entrenador que por "problemas personales" no iba a poder jugar el encuentro. Baldazo de agua fría para un equipo al que, a pesar de tocar barbaro y armarse bien desde atras hacia adelante, se le complica terminar los partidos con el físico entero. Sin cambios afuera, los 7 jugadores iban a tener que cambiar el aire y regular para no quedarse y generar espacios en la cancha. Esto por supuesto le jugó una mala pasada al defensa judista por la derecha Lucas Marangoni, que ya desde el minuto 0 generaba espacios en la defensa ya que iba y no podía volver (acusando un cuadro gripal que no lo dejaba respirar bien, situación que se verificó luego en el sanatorio "Dos Choris y Un Lomito Completo" de la localidad de Ciudadela). Habiendo dicho esto, pasemos al partido. Rápidamente llegó al gol el conjunto violeta tras una gran triungalción de sus mediocampistas y delantero, quién más sino gambetita Maumus poniendo el 1 a 0 a favor. El partido era dominado claramente por Judas que no se conformaba y trataba el balón lejos del arco propio. Hacia la mitad del primer tiempo se vinó el 2 a 0 en pies del mediocampista Djivelekián, quién resultó ser la figura del encuentro. El 3 a 0 fue una perla, un golazo, una exquisitéz. Desde la banda izquierda Navatta pisó la pelota, levantó la cabeza y metió un pelotazo milimétrico para Marangoni, que esperaba la bola en la banda opuesta. Con un toque bárbaro, de primera, Marangoni se la dio a Djivelekián, que cuando esta "en fuego" demuestra una magia espectacular. El mediocampista corrió 15 metros con la pelota pegada al pie y lo vio a gambetita Maumus entrando por el segundo palo, pase al pie y golazo de Judas. Hacia el final del primer tiempo llegó el 4 a 0 nuevamente en pies de la figura del partido, el número 5 Djivelekián.
El segundo tiempo Judas decidió jugarlo a un ritmo tranquilo, guardando el físico teniendo en cuenta que a mitad de semana juega por la copa. El contrario aprovechó el repliegue judista y llegó al arco en dos ocaciones, metiendo 2 goles. Parecía que el partido moría ahi, hasta que el árbitro pitó el silbáto en tres cuartos de cancha hacia adelante a favor de Judas. Navatta no lo dudó, agarró la pelota, la ubicó en el verde césped y se dispusó a acariciar la caprichosa. Golazo, inatajable, hasta el banco rival lo aplaudió, era el quinto para Judas en los pies del segundo mejor jugador de la cancha. Lo que siguió fue anecdótico, pero lo cierto es que Judas se despacho con un gol más en los pies de Royo Campos, que jugó por toda la cancha, comiéndose al rival como de costumbre.
Párrafo aparte para il capitano, que por su posición en el campo de juego muchas veces no resalta en los resúmenes periodísticos. Nuevamente le tocó jugar de central, cerrando por completo la línea de defensa y saliendo con la pelota pegada al pie y una elegancia espectacular. Le faltó el gol, es cierto, pero muchachos, juega de dos, que más se le puede pedir si hasta se animó a gambetear a la mitad del equipo contrario durante más de un minuto con la caprichosa pegada a los championes.
El arco una vez más lo clausuró el experimentado guardamentas judista, que de no haber sido por una desatención de la defensa, hubiese terminado en cero, otra gran actuacion de la voz del equipo en pos de obtener nuevamente su anhelo personal, "la valla menos vencida".
Para cerrar, otra clase de fútbol de los de don ángel, tocando de acá para allá, cuidando la pelota y demostrando una contundencia que asusta. 4 partidos jugados, 4 partidos ganados, de pie, Judas avanza...
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