El match se jugaba en el último turno, ese que te corta el sábado y el humor depende de una victoria o una derrota. Desde la previa, se pensaba en un partido para alquilar balcones, por supuesto, pero así no lo vio la organización y mandó al puntero a jugar a la última cancha, a la del fondo, a la auxiliar, dónde el público se resumía en pura vegetación y automóviles.
Sin sorpresas previas, como ocurrió en la segunda fecha, Judas comenzaba el partido con la misma formación que dio el entrenador un día antes del encuentro. Serrano cuasi recuperado al arco, Losada, Marangoni y Royo Campos; Navatta y Djivelekián, y adelante gambetita Maumus. Desde el pitazo inicial, el equipo contrario sabía que este partido era una prueba de fuego, sabían que una victoria catapultaba el ánimo y los ponía a tiro a solo 3 fechas del comienzo del campeonato.
Se vio un comienzo trabado, Judas no podía controlar el balón como sabe y se jugaba en campo propio. Aún así, la gran capacidad de contra del equipo del Bajo Belgrano, culminó con una rápida apertura del marcador en pies del reemplazante número 9, Matías Maumus. Definición exquisita y a cobrar, primer gol del ex melenudo volante ayer jugando de punta. Se jugaba a un ritmo tan frenético que las cosas se nivelaron a los 5 minutos luego de que varias fallas defensivas terminaran con un zapatazo inatajable para el famoso Serrano. De ahí en más, Judas sabía que no la iba a tener fácil.
El de pechera número 4 rival dominaba la pelota y hacía exquisiteces, a lo que luego de un gran caño que le propició el número 4 al volante lesionado Patricio Navatta, la voz de la experiencia se le acercó al defensa Judista Lucas Marangoni y le dijo al oído “dale algunas pataditas despacito a ese a ver si se tranquiliza”. Error. El sin filtro número 4 judista se tomó muy de en serio las indicaciones del golero y empezó a repartir, una, dos, tres y a la cuarta, se vino la amarilla luego de una estupenda sacudida. Afuera Marangoni por precaución y adentro Serrano hijo. El partido siguió con su rumbo, Judas cada vez atacaba más y nuevamente de contra y de la mano de Maumus, el equipo violeta se ponía al frente en el marcador. A los 5 minutos del segundo gol, otra vez desatenciones en la defensa y en el mediocampo y el equipo rival empataba el partido.
Se veía que Judas estaba más lento de lo habitual, y la pelota no pasaba por los pies de Navatta, quién jugando lesionado por un tirón sufrido jugando el bowling en Paloko el día Viernes con Nacho Blázquez, se vio obligado a dejar la cancha. Otra vez adentro Marangoni y el equipo sufría, sabiendo que en cualquier momento se quedaba con uno menos. El cierre del primer tiempo lo encontraría a Judas, casi sin merecerlo, con dos goles de ventaja luego de un zapatazo de il capitano que dejó pasar de manera exquisita el rubio defensa Royo Campos y de otra pepa de gambetita Maumus, hattrick para el número 9 y todavía restaban 30 minutos de juego.
El segundo tiempo comenzó con el marcador 4-2 favorable a Judas Botón. Oxígeno renovado para los jugadores y a intentar cerrar el partido. Luego del segundo tanto del equipo rival, nunca más Judas se encontraría con el tanteador igualado. Inteligentemente Judas cerró espacios y se jugó al contraataque. Cada vez que el equipo rival se acercaba al área del famoso, lo hacía con 4 o 5 jugadores, dejando solo a un defensor, pecado que supo aprovechar Judas, y que de no haber sido por la falta de eficacia de su número 4, y por momentos de su número 20 y número 9, podría haber terminado con un resultado mucho más holgado. Entre tanto ida y vuelta, Maumus colocó el cuarto en su cuenta personal, y al mediocampista armenio, Tomás Djivelekián, se le dio una vez más tras un magnifico centro del reingresado Navatta. Ya con el partido cerrado y casi sin aire, Judas sufrió dos goles más en contra. Pero no importaba, 6 a 4 a favor y ya no quedaba más tiempo. Buen retorno del famoso Serrano, sacando pelotas imposibles y ordenando el equipo desde el fondo y gran pero gran partido del número 9, que con cuatro goles ayer ya lleva 8 pepas en tan solo 3 fechas, un promedio de casi 3 goles por partido que asusta (que pasará con Gravier, que con 0 goles y lesionado va perdiendo lugar en el 7 inicial). El resto del equipo, bien, sin desalinear y sin resaltar, jugando en equipo, tocando y marcando todo el tiempo durante los sesenta minutos de juego.
Se ganó uno de esos partidos que hay que ganar sí o sí, jugando bien o jugando mal. Quizás Judas ayer no gustó, pero demostró ser un equipo aguerrido que no se achica frente equipos que le quieren ganar haciendo otras cosas menos que jugar al fútbol. A sólo tres fechas de iniciado el campeonato, Judas demostró que sabe jugar a un toque, gustar y golear. Pero más aún, sabe plantarse y ganar jugando no tan bien como se jugó ayer. De pie, Judas Avanza.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario